martes, 14 de diciembre de 2010

Central de certezas.


Despertó. Respiró muy hondó. La encontró durmiendo a su lado.
Desconfió. Hundió un dedo en su brazo para comprobar que no pasaba a su través.
Ella gimió y rezongó. Él se levantó meneando la cabeza.
Desde luego, se dijo, qué extraños son los sueños.
Y salió atravesando la pared del dormitorio.

Safe Creative #1012148064362
Fotografía: OliverAlex.

12 comentarios:

Víctor dijo...

Bien, Fernando. Me gusta el ritmo veloz que tienen tus últimos relatos. Hoy estuve al loro y no me lo perdí.

Un abrazo internacional.

Esteban Dublín dijo...

Sí, coincido. El verbo en tus microrrelatos juega un papel preponderante. Me gustaría poder escribir sin tantos adverbios como tú.

Abrazos internacionales.

Puck dijo...

Me ha gustado mucho este viaje mágico entre la realidad y la ficción. Volveré por estos lares
Saludillos

Miguel Baquero dijo...

Muy bueno. Uno de esos cuentos que te dejan unos segundos con los esquemas rotos, esos son los buenos, creo yo

Un tipo dijo...

Buenísimo. Me dejó fascinado.

Un saludo.

Luisa Hurtado González dijo...

Mágico, para leer un par de veces al menos e ir captando los matices enterrados bajo los verbos. Me gustó, mu gustó mucho. Gracias.

David Figueroa dijo...

Muy bueno, Fernando. El ritmo, trepidante. Ese "comprobar que no pasaba a su través" es fantástico.
Un saludo.

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Últimamente los días pasan volando y no me ha dado tiempo a mirar el mes en el calendario cuando resulta que ya es el siguiente. Supongo que trasluce en los cuentos.

En cuanto a los adverbios... Creo que son el peor enemigo del microrrelatista y del escritor en general y que conviene usarlos sólo cuando sea preciso; esto es: con el cañón de un arma apuntando a tu cabeza.

Gracias a todos.

R.A. dijo...

Me ha gustado especialmente este micro Fernando.
Recién estoy leyendo todo lo qu ehay por aquí. Aún recuerdo los que conocí gracias a la entrevista de Daniel, eran brutales, de buenos.
Un saludo

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Ahora que nadie nos oye, Rosana, confesaré que este cuento proviene del reciclaje de uno que mandé al premio de Relatos en Cadena, no sé hace cuántos años. Sé que hoy eres a la vez finalista de ese mismo concurso y segunda clasificada en el concurso navideño de La Internacional Microcuentista. Enhorabuena. Es más que merecido.

Isabel Mª dijo...

Me encanto. Saludos.

R.A. dijo...

Eso demuestra mi teoría, merece lapena participar(incluso en plan disciplina) porque salen unos micros estupendps para reciclar que luego podremos disfrutar los demás.

Un abrazo, gracias a vosotros.
Mérito el vuestro con la labor que realizáis.