Enfurecido por la desobediencia y el distanciamiento de su pueblo de La Verdadera Fe, Moises despedazó las Tablas de los Mandamientos.
En aquel instante, despojado de la fuerza del poder de sus últimos creyentes, falleció el único Dios verificable registrado en la Historia del Universo, creador del Cielo y de la Tierra.
Un balido agónico inundó cuanto existe.
Fotografía: Arthur Rothstein.
5 comentarios:
beestial
Encantador! :D
me gusta mucho!
Muy bueno. Seguramente, la próxima vez, cuando le llegue otro Dios verdadero, Moises se lo pensará dos veces
Gracias por los halagos, amigos amiga. Me alegro de que os haya gustado.
Tú crees que se lo pensará dos veces, Miguel? ¿Con toda la industria que tiene montada?
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