1. Cójanse las cabezas de los poderes civiles, religiosos y económicos.
2. Mídanse sus cráneos y hállese la suma total de la medida.
3. Encuéntrese la televisión que supere levemente el resultado de la suma.
4. Reúnase el pueblo en un amplio espacio.
5. Átense juntos los tres poderes.
6. Grítese algún lema utópico.
7. Levántese la televisión por cuantos brazos sea necesario y estámpese contra sus cabezas por el lado opuesto a la pantalla.
8. Celébrese.
9. Organícese la próxima emisión.
Fotografía: Marion Post Wolcott.
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