La mujer echa a temblar cuando ve aparecer a los terroristas, cubiertos con pasamontañas y apuntando en todas direcciones sus AK-47.
Pero se mea encima cuando se les enfrentan los tanques, derribando muros y aplanando cuerpos.
Y es incapaz de retener el contenido de sus tripas tras escuchar el silbido y verse cubierta por la sombra del misil.
Después, eso sí, no tiene más miedo.
Pero se mea encima cuando se les enfrentan los tanques, derribando muros y aplanando cuerpos.
Y es incapaz de retener el contenido de sus tripas tras escuchar el silbido y verse cubierta por la sombra del misil.
Después, eso sí, no tiene más miedo.
4 comentarios:
¿Ni miedo, ni vida?
Lo cierto es que resisitió mucho antes de derrumbarse.
Un abrazo,
No, ya es imposible que pueda tener más miedo, demasíadas amenazas...
Besitos
Yo diría que no tiene más que expulsar...;-) Y está claro que llega un momento en que a todo se acostumbra uno...
Todas las probabilidades son válidas. Yo me inclino por la de que ya no tenía una vida donde albergar el miedo.
Gracias por seguir pasando por aquí.
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