miércoles, 11 de enero de 2012

Reconocimiento.


El médico rastrea el dolor. Sus ojos de rayos me atraviesan en busca del origen.
Mapas fabulosos, mundos de arquitectura viva que engendran y eliminan seres nunca vistos. Criaturas multiformes ideando en secreto el argumento.
—Tranquilo —me da esperanzas—: el cuerpo humano es la máquina más resistente que existe.
Eso pretende que piense, pero no se me escapa que todos mis enemigos tienen tamaños cuya escala soy incapaz de imaginar.

Safe Creative #1201110897910

3 comentarios:

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Muy buena la tensión paranoide que baña todo el relato, Fernando.

Ritmo y prosa medida como nos tienes acostumbrados.

Un bombón de relato.

Nicolás Jarque dijo...

Al leerlo me imaginado, un escritor al que se le está reconociendo, y que todo eso que lleva dentro son restos de sus obras.
Me gustó.
Un abrazo.

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Amigo Pedro: creo que cualquier obra narrativa de la actualidad se basa en la tensión paranoide. No hay más que echar un vistazo a Bob Esponja.

Supongo, Nicolás, que todo lo que llevamos dentro son restos de nuestras obras. Cuando no nuestras obras mismas.

Un saludo. Gracias por pasar por aquí.