viernes, 8 de junio de 2012

Reflexiones de un microrrelatista en paro: La Transición.


DICE Marx que los acontecimientos históricos suceden siempre dos veces. La primera como tragedia y la segunda como farsa. El ejemplo más claro lo encuentro en dos acontecimientos de mi país: la derrota de los republicanos en 1936, y la derrota de los republicanos en 1977.

LA PRIMERA necesitó de un ejército ayudado por fascistas interiores y extranjeros. Hubo que bombardear el decorado y arrasar con casi todo el patio de butacas. Todo para que al final emergiera como indiscutible protagonista un militar que se atribuyó el papel absoluto de un monarca primitivo, ángel exterminador de los enemigos de la patria.

LA SEGUNDA sólo necesitó de luz negra y maniobras de distracción sobre el escenario. Bailarinas con las tetas al aire y monólogos de vanguardia convocando al oído y a la vista. Mientras, entre bambalinas, se repartían papeles y porcentajes de guión y beneficio. Todo para que al final emergiera como indiscutible protagonista un militar al que le restituyeron el papel principal que la Historia venía otorgando a su apellido.

LOS REPUBLICANOS, que en 1939 se habían atrevido a pretender aupar a toda la ciudadanía al centro del escenario, en aquella repetición del 77 acudieron con sus grupos de teatro disueltos y sus mejores autores y actores exiliados y vigilados, cuando no sepultados en cunetas. Apenas sí pudieron asistir como público bajo la doble custodia de los militares y el recuerdo de los bombarderos, el exterminio y el arrase.

DICEN que frente a la derrota del 39, la del 77 resultó modélica. No deja de ser cierto: para los productores y vencedores de ambas, la del 77 no conllevó ningún coste material ni humano.

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6 comentarios:

Nicolás Jarque dijo...

Fernando, creo que la transición política española fue modélica en cuanto a que pudo fluir más o menos pacíficamente y consolidó lo que hoy llamamos democracia. Pero también es cierto, como bien apuntas, en tu entrada que se está comprobando con el tiempo que fue chapucera y que no se consumó como debiera. De todas formas no debió ser fácil mandar a sus casas a todos aquellos diputados franquistas.

Buena interpretación de la transición.

Un abrazo.

PD: Contestando a tu pregunta del post anterior, me refería que tu relato se adecuaba bastante a la idea que yo tengo del Vendaval de Microrrelatos.

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

La Transición española, Nicolás, es una farsa hasta en su pretendido desarrollo pacífico. Lo que consolidó es el franquismo sin Franco, que viene a ser, efectivamente, lo que hoy llamamos democracia: el bipartidismo ramplón de una derecha que jamás ha renegado de sus raíces franquistas y de una izquierda moderada que ya venía siendo asimilada y cooptada por el poder desde finales de los setenta.

No existe transición ni democracia ninguna en un sistema donde las élites triunfantes de un golpe de estado y una dictadura atroz pasan intactas a la casilla siguiente, ni donde el Jefe del Estado ha sido colocado a dedo por el dictador anterior y mantenido por la misma estructura que mantenía a este.

Este proceso se hizo a palos -manifestantes muertos, masacres de Vitoria y Montejurra, la ultraderecha campando a sus anchas protegida por la policía-, y con las armas de los militares constantemente cargadas por si al pueblo le diera por desmandarse.

Que desde nuestros días se vea como proceso normal y hasta deseable lo que no es más que un absurdo demente, dice mucho del poder de las mentiras una y mil veces repetidas y jamás analizadas; mentiras, cómo no, que emanan de los triunfadores de ese proceso -desde políticos a directores de medio de comunicación-. Por suerte, últimamente están de capa caída.

Un saludo.

Rosana dijo...

Pues sí, lo ùnico que me alegra algo el día es que un grupo amplio de ciudadanos se han dado cuenta, lo que me lo amarga es no entiendo cómo ha salido la misma derecha rancia por mayoría otra vez.

Salut!!

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

No soy tan optimista, Rosana. Cierto que hay ciudadanos que se dan cuenta, pero son muchos más los que siguen creyendo y representando a pies juntillas el discurso mítico de la Transición. No hay más que ver los millones de votantes que suman los partidos del régimen para darse cuenta.

Creo que esa es la razón por la que ha vuelto a salir la derecha rancia: porque vivimos en un país de paletos que no conciben más horizonte que derecha rancia o izquierda neoliberal (también derecha), y que llegan a la conclusión televisiva de que Zapatero lo hizo mal pero nos salvará Rajoy, sin percibir que es todo el sistema el que está podrido y que es responsabilidad nuestra cambiarlo.

Un saludo.

Rosana dijo...

Efectivamente, y dentro de cocho años saldrá el PSOE y así todo el rato en e tío vivo. Mira las razones que m eha dado gente en el curro o en el pueblo donde vivo para votar al PP:
Porque es lo que toca...

Madre mía, sí hay que ser gañán y simple...

Y mientras ellos encantados y sin querer cambiar la ley electoral que les viene de p.m para seguir repartiéndose el pastel...
PSOE/PP la misma mierda es...

Salut!

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Yo en eso creo, Rosana, que a medida que se degraden las condiciones de vida de la población, sucederá como en Grecia: que los partidos sistémicos se ahogarán en su propia incapacidad y ponzoña.

Lo que me asusta -y más en este país de paletos- es que el lugar de esos partidos lo puede ocupar cualquier ultraderechista a poco que tenga un discurso claro y carisma. UPyD como alternativa da ya bastante miedo. Pero no olvidemos que siempre se puede tener más miedo.

Salud.