Ya seas visitante habitual o primerizo, tengo una buena y una mala noticia que darte.
La mala es que este blog está finiquitado. No habrá más publicaciones a partir de la fecha de hoy.
La buena es que no es un cierre definitivo sino una liquidación por traslado. Mínimo Relato baja la persiana y echa el cierre pero el negocio continúa en un local más amplio, más céntrico e incluso diría que más soleado.
También, claro, depende de cómo se mire: habrá para quien la buena noticia sea que Teoría del Mínimo Relato echa el cierre y la mala que sólo lo haga para abrir en otra parte… Al fin y al cabo la microficción no trata de imponer un juicio al lector sino de crear el ambiente propicio para que extraiga sus propias conclusiones. Sería deshonesto por mi parte contradecir a última hora esa máxima estableciendo una política de hechos consumados.
Resulta más correcto expresarlo de la siguiente manera:
A los abnegados lectores, seguidores y comentaristas de este blog sólo me resta agradecerles su presencia y esperar que pinchen sobre la imagen para visitar el nuevo local.
Allí les espero.
7 comentarios:
Nada, pues a cambiar de sitio se ha dicho. Me apunto ya la nueva dirección, con la esperanza de que se vaya llenando de buenas letras. Aúpa, Fernando, aúpa. Un abrazo.
Te seguiré a donde vayas, pero en la nueva página no he visto donde hacerlo. Me quedo con la pista. Que todo vaya bien.
Allí te leo...
Besos desde el aire
Pues vamos con los bártulos a donde digas.
Espero que el nuevo blog sea de vuestro agrado.
Gracias.
¡Venga, que nos mudamos!
Un abrazo,
Camino para allá pues.
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