El autómata no sólo analiza palabras. También procesa combinaciones infinitas extraídas del total de obras universales, y alcanza al teclado más de mil pulsaciones por minuto.
He aquí el escritor perfecto.
Lo nuevo asusta; el periodista descreído quiere saber cómo conectará con los sentimientos humanos. Cómo podrá, por ejemplo, hacernos llorar con una historia de amor.
Dejemos responder al autómata:
—El amor no es más que el conjunto de símbolos que remiten a él.
viernes, 19 de septiembre de 2008
Pretecnología.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
No importa cuántas combinaciones pueda llegar a procesar una máquina, por más sofisticada, perfeccionada y futurista que sea.
Nunca, jamás, nunca jamás llegará a poder enlazar, comprender y explicar ni la milésima parte de los signos y símbolos que al amor remiten.
No.. nunca.
Palabra de autómata.
Buenas tardes.
Publicar un comentario