Veo en tus ojos de laberinto que te cansarás pronto. De mi continuo estar perdido, de mi tirar de la mano en dirección al capricho.
Siento en tu piel de tela de araña que lo suave terminará por parecerte áspero, lo romo, afilado, lo placentero, cruel.
Saboreo en tu lengua de soga anudada que lo exótico devendrá habitual, lo habitual, aburrido, y lo aburrido, insoportable.
Huelo en tu aroma de flor cerrada mi presencia igual a un gas molesto, un olor que expulsar a través de cualquier puerta o ventana.
Escucho en tu voz de jaula sellada que los graves pasarán a ser agudos, la melodía, chirrido, mi voz, cacofonía.
Y aunque te quiero con los cinco sentidos espero ser capaz de odiarte aún con más.
martes, 21 de octubre de 2008
Sinestesia.
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1 comentario:
Me encanta lo que escribes, me siento identificada con muchas de las cosas que dices, no cambies nunca
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