jueves, 20 de noviembre de 2008

Auschwitz




Trascurrió ese tiempo. Y me atrevería a decir que se multiplicó por dos. Descontamos las horas, y se hizo evidente que muchas de ellas habían sido sustraídas de la Tesorería General y revendidas a terceros. Por más que se investigara, sería imposible rastrear la suma obtenida en la transacción ni el destino final del dinero, así como discernir entre quién había retenido finalmente las horas y en qué las empleó. A efectos prácticos se habían esfumado. Como si no hubieran sucedido en el conteo total de la existencia.

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2 comentarios:

Zoe dijo...

Ladrones de tiempo, ladrones de vida.

x. dijo...

Soy de Polonia, me gustaria saber que la gente en el mundo saben sobra el Auschwitz?