En el cuento de Borges "La escritura del dios", el célebre escritor argentino propone que ciertas palabras sagradas son legibles en las manchas de la piel de un jaguar que comparte con Tzinacán, mago de la pirámide de Qaholom, el estrecho espacio de su cautiverio. Pavoroso, ¿no? Un abrazo a todos, PABLO GONZ http://pablogonz.wordpress.com
8 comentarios:
Me gustaría compartirte un micro a partir de que este me lo recordó de William Ospina, un gran escritor colombiano.
-Te agarré -dijo el leopardo.
-Peor para ti -dijo la espada.
En el cuento de Borges "La escritura del dios", el célebre escritor argentino propone que ciertas palabras sagradas son legibles en las manchas de la piel de un jaguar que comparte con Tzinacán, mago de la pirámide de Qaholom, el estrecho espacio de su cautiverio. Pavoroso, ¿no?
Un abrazo a todos,
PABLO GONZ
http://pablogonz.wordpress.com
Los tigres son míos, con o sin manchas.
Un abrazo, y felicitaciones por tu micro.
L.
Un buen cuento, bastante curioso
GOLAZO,Maestro.Un placer leer éstas
luminosas letras.
Las manchas tienen muy clara su identidad
Lástima que las manchas sean tantas y los leopardos tan pocos.
Salut
No conocía el cuento, Esteban, muchas gracias.
Pavoroso es poco, Pablo. Te deja asomado a un abismo.
No seré yo quien ose tratar de emplear tigres, Lilian. Tu propiedad está maravillosamente acreditada.
Muchas gracias, Gin y Carlos. Un placer verles por aquí.
Sabias reflexiones, Miguel y Micromios, sabias reflexiones.
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