lunes, 18 de octubre de 2010

Polaroid.


La mesa es redonda, aunque ese detalle es casual. Si nos reunimos a su alrededor es sólo porque la cerveza es barata y corre el aire fresco
Me gustaría decir que nos dedicamos a planificar el próximo éxito cinematográfico, la creación de una rentable cadena de tiendas de artilugios de caza y pesca, o la invasión de un simpático y acaudalado país. El momento y la historia resultarían trascendentes y, siento decirlo, no lo son. Sólo somos un grupo de amigos que se reúne a beber y charlar después que caiga el sol.
Tampoco ejercemos la fascinación de forma individual: el que no carga camiones, vende pequeños electrodomésticos. La que no sirve copas, patina de pueblo en pueblo a causa de la interinidad.
Pero ahora, mientras las primeras cervezas y los primeros chistes comienzan a surtir efecto, hasta llegamos a pensar que no existe nadie más importante.

Safe Creative #1010167590879

4 comentarios:

Elena dijo...

La sensación es más acuciada, incluso, si en lugar de ocupar esa mesa redonda se ocupa la barra del bar.
(Me gustan tus historias)

Anónimo dijo...

Las mesas cuadradas no tienes este momento de pasar de lo anodino a lo importante.
Salut
PD: me ha sorprendido esta foto antigua de ¿Diables i correfoc?

Miguel Baquero dijo...

En esos momentos, seguramente no. no cuesa nada pensar eso. Es un gran placer estar con amigos en torno a una mesa.

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Bueno, Elena, en una mesa se ven todas las caras. Aunque la ronda de bares de barra en barra, tampoco es mala idea. Gracias. Espero que sigas pasando por aquí.

Gracias por la info y los poemas Kraxpelax.

La foto, Micromios efectivamente muestra a los diablos. Mis amigos no son muy diferentes. Sólo que no necesitan disfraz.

Amigos, cerveza, una mesa... ¿qué más se puede pedir, Miguel