Un descubrimiento inimaginable, dijeron. El cerebro humano. El cerebro humano dentro del cráneo del caballo. El avance del siglo. Del milenio.
El caballo que diferenciaba formas y más tarde aprendió a nombrarlas.
El caballo que resolvía ecuaciones y hablaba hasta siete lenguas.
El caballo que comprendió, pronto comprendió, que no tenía nada de humano. Que era una criatura hermosa y superior, entre un mundo y otro.
Que podía reinar sobre ambos.
Los animales siguen atacando.
Nosotros sólo contamos bajas.
7 comentarios:
Excelente mirada futurista a los transplantes inter especies.
He conocido algunos que sospecho les transplantaron parcialmente de un simio.
No digo nombres por no afectar sus empleos en la televisión.
Lo cambias todo con las dos últimas frases. Con ellas añades tiempo, sangre, victoria y derrota, lucha y supervivencia.
Dos frases bien puestas y el micro crece y crece.
Llevas una racha de buenos micros de miedo, Fernando. ¿Puedo saber (en provado) qué tomas para que salgan así?
Un abrazo internacional.
.
Efectivamente, Carlos, llevan mucho tiempo entre nosotros. ¡Mucho tiempo!
Seguramente, Luisa así serán todas las últimas frases: tiempo, sangre, victoria y derrota, lucha y supervivencia.
Pues tomar, tomo lo mismo de siempre, Víctor: el crack de ínfima calidad que mando traer de Nueva York todos los meses. El terror, más bien procede de la vida. Y en cuanto a que vivo...
Supongo, Torcuato, que has cedido tu espacio para que otros escriban su opinión.
Un abrazo a todos. Y a todas.
¿Para qué más se emplearían los avances?
Me gustó mucho.
Un saludo.
Un micro excelente, Fernando, de lo mejor que te he leído últimamente. No voy a entrar a analizarlo: me lo apunto en mi lista de favoritos tal cual es.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Publicar un comentario