miércoles, 12 de enero de 2011

Conclusiones.


El cadáver se pone gris y luego azul. Se hincha y empieza a descomponerse.
Junto a él, en una mesa camilla, el Dr. Gutiérrez y el ujier Francisco especulan sobre las causas de la muerte.
Resulta evidente, según la investigación forense, que el arma homicida ha sido el alcohol. Y los ligeros hematomas y marcas en forma de vaso alrededor de los dedos de la mano derecha, permiten concluir que él mismo se lo ha suministrado.
Pero cómo o por qué había llegado a ese punto. Cuáles son los motivos para que un hombre de su inteligencia y su posición se abandone hasta dejarse matar por los licores.
Evidentemente estaba la relación con su mujer… El hecho de que la práctica totalidad de los varones del pueblo supieran de qué carne estaba hecha.
Y, bueno, ese otro asunto tan feo por el que perdió su plaza de profesor de piano, lo de abusar del niño aquel…
—Nunca lo pude creer —dice el Dr. Gutiérrez.
—No sabría yo qué decirle —responde el ujier.
Evidentemente, tampoco es excusa. Un hombre tiene que sobreponerse a su destino por injusto y trágico que sea.
Aún si todo un pueblo trata de lincharte y lo consigue parcialmente, y luego te repudian en la Casa de Socorro, igual que ya hacían en el resto de domicilios, comercios, establecimientos y edificios públicos.
—Julián, el tabernero —aporta el ujier—. ¡Ese no le repudió!
—¡Salta a la vista! —dice el Dr. Gutiérrez, señalando el hígado putrefacto que sobresale del cadáver.
Evidentemente, tampoco está bien que un grupo de exaltados queme tu casa tras asegurarse de que estás dentro, y que los bomberos aparezcan con un día de retraso, cuando no ha habido otro incendio en la provincia.
Ni que, aunque vayan a cara descubierta y se vanaglorien de su actuación en prensa, el juez no encuentre pruebas suficientes para condenar a los autores.
—La justicia de este país, ya se sabe —sopesa el ujier—. Pero no a todos nos da por beber hasta matarnos.
—Efectivamente —aprueba el doctor.
Permanecen en silencio, observando el cadáver que ya no podrá darles las respuestas.
—Lo tenía todo —concluye el doctor.
—Efectivamente.

Safe Creative #1101128248387

Fotografía: Jack Delano.

3 comentarios:

David Baizabal dijo...

Me encanta el tono irónico que le has plasmado, además de la imagen bien construida y la agilidad con que se lee.

Un abrazo

Pablo Gonz dijo...

Buen cóctel: ironía, humor negro, ambiente policial... Las imágenes del desastre reverberan en el fondo como crónicas en blanco y negro. En resumen, todo muy estético o sea orgánico.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Muchas gracias a ambos. La moral a veces puede revertirse como una camiseta.