—Entonces... ¿cómo podemos saber que esto no es un sueño? —se alzó una voz femenina.
Sócrates enmudeció. Las cabezas de la asamblea se orientaron hacia esa voz que, de ninguna manera, podía pertencer a una mujer. Un niño tal vez. Hasta un esclavo. Pero una mujer...
Sócrates retomó su discurso y preguntó a la asamblea si era posible que las mujeres esbozaran siquiera un pensamiento filosófico.
Se decidió, por unanimidad, que se trataba de un sueño.
Fotografía: J. Walter.
8 comentarios:
Touché. O como se escriba.
Pobres mujeres.
Pobres mujeres aún hoy. Sólo las declamaciones son políticamente correctas.
Chapó!!
Tremendo. Duro.
De aquellos barros, estos lodos... ¿no?
Un saludo indio
El sueño de la mujer que dice que todo es un sueño... Es como una imagen de espejos enfrentados
Bueno, bueno... poco a poco la cosa va a mejor, ¿no? Ahora las mujeres son ciudadanas de pleno derecho. Lo cual se traduce en que, además de cuidar de hogar y retoños, deben estudiar una carrera y trabajar igual que los hombres. Bueno... A lo mejor no van tan mejor...
Una aportación de lo más interesante, Miguel, que se traduce en un juego virtualmente infinito: ¿Y si toda la civilizació occidental fuera el sueño de una mujer que sueña que alza la voz en una asamblea griega? Ahí es nada.
Muchas gracias a todos.
Intenso. Me gustó mucho.
Y tu último comentario, una idea muy interesante. :)
Saludos.
Gracias, Un tipo.
La idea del último comentario es un reflejo de la idea expuesta antes por Miguel, que tal vez sea un reflejo del sueño de una mujer griega soñando una civilización...
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