lunes, 5 de diciembre de 2011

Memoria histórica.


Al abuelo lo fusilaron primero los fascistas y después los comunistas. Sobrevivió y, mientras se fingía cadáver, un brigada le robó cuanto tenía en los bolsillos: una brújula, dos reales, y un retrato de la abuela.
Escapó a la montaña y allí lo volvieron a fusilar, primero los maquis y después la guardia civil. Volvió a sobrevivir y, mientras se fingía cadáver, perdió la oreja izquierda y el corazón sobre la camilla de prácticas de la facultad de medicina.
Oculto como pudo alcanzó la Transición, donde fue sucesivamente tiroteado por los grises y por un grupo maoísta de gatillo flojo. Sobrevivió una vez más y, mientras se fingía cadáver, le arrancó la cabellera un dirigente comunista para hacer una peluca con la que cruzar la frontera.
Así el asunto, llegó a atravesar la primera década del siglo XXI, cuando el país ya había olvidado aquellas cosas de la lucha de clases, las dos Españas y el pim-pam-pum. 
—Tampoco hay tanta diferencia —solía decir—: te puede robar y fusilar cualquiera.

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15 comentarios:

Rosa dijo...

Jolín con el abuelo tenía más vidas que un gato, jejeje.
Y mucha razón.

Besos desde el aire

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Me ha recordado a la Negra Sosa cuando cantaba "cuántas veces me mataron..."

Buena imagen para retratar el absurdo de las dos Españas eternas.

Un abrazo, Fernando.

Nicolás Jarque dijo...

Impresionante relato de memoria histórica. Mucha sutileza e ironía.
Me ha gustado mucho.
Un abrazo.

David Moreno dijo...

Este micro debería leerse como pedagogía del absurdo de las dos España, los españoles y sus vidas y sus muertes.

Con su permiso, don Fernando, me lo guardo.

Un saludo indio

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Me van a permitir una reflexión, Pedro, No Comments, en referencia al absurdo de las dos Españas...

Efectivamente, la noción es un absurdo, pero sólo en cuanto a la que la noción de Estado-nación lo es. En aquella España, como en esta y en el resto del planeta, había arriba y abajo. Y cuando los de abajo entrevieron la posibilidad de sacudirse el yugo secular que desde siempre había atenazado el absurdo del Estado-nación, se vieron masacrados, marginados y borrados del mapa por el estamento militar. Este, recordemos, perseguía la restauración monárquica y estaba financiado por el gran capital (Juan March y cia.) y el fascismo, ante la indiferencia del resto de Estados-naciones democráticos, esos en los que la democracia consiste en votar sí al capitalismo).

Así fue como sólo quedó una España, la de los vencedores, dominada y perpetuada por los de arriba. Lo más curioso es que los de abajo hayan olvidado el por qué de esa noción de dos Españas y abracen hasta contentos las migajas de reconciliación que proclamaron los vencedores cuarenta años después de la masacre.

Pero yo no olvido: en este siglo XIX perpetuo que habitamos y que viene durando mucho más allá de lo razonable, sigue existiendo arriba y abajo, como en esta España única sigue sentado el monárquico heredero del dictador (símbolo y realidad de todas las desigualdades sociales imaginables y cerradura de siete llaves de la victoria de una de las Españas).

Por lo demás, gracias a todos y todas y muchos besos y abrazos.

XAVIER BLANCO dijo...

Fernando,
Me ha gustado este texto, y especialmente tu micro-reflexión que cierra ese "absurdo" que indica Indio.

Las guerras siempre son absurdas, pero esa nuestra fue una guerra desigual entre ricos y pobres, entre sueños y realidades. El sueño de un mundo mejor, mas justo e igualitario sigue siendo hoy un objetivo, una necesidad ineludible. Hoy los mismos de siempre, aquellos que ganaron la guerra, disfrazados de políticos o travestidos en banqueros y jueces siguen llevando las riendas de este Caballo que algunos llaman España.

Un abarzo

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Es que, Xavier, la tendencia actual de equiparar ambos bandos en la contienda, aparte de completamente interesada, me resulta repugnante.

La Transición cerró el nudo donde la élite dictatorial de un Estado Ilegítimo pasó a ser la élite democracia de un Estado Legítimo, bajo la atenta mirada de un ejército que no iban a permitir ninguna escena más allá del guión escrito bajo el ritmo de los tambores de una victoria militar.

Como bien dices, son las mismas estructuras, la misma España, las que siguen dominando el país, en una dictadura con apariencia de bipartidismo de derechas, atentamente vigilada por el heredero de Franco que, no lo olvidemos, es el Comandante en Jefe de todos los ejércitos y no tiene que dar cuentas de sus actos ante la ley (que el ciudadano Juan Carlos de Borbon esté constitucionalmente por encima del pueblo soberano dice mucho del sistema de gobierno de nuestra absurda nación).

Un saludo.

Manu Espada dijo...

Suscribo todo, punto por punto.

David Moreno dijo...

Fernando, estoy de acuerdo totalmente con tus comentarios.
Solamente en este país pasan cosas como que un dictador sigue teniendo un mausoleo en el cual se esconde lo que fue y se omite la verdad.
Los vencedores siguen aplastando moralmente a los vencidos. Y aquí no pasa nada.
De ahí el absurdo.¿Hasta cuando?

Un saludo indio

Elysa dijo...

Bien reflejado el absurdo del estado en el que vivimos, todo sin solucionar y mucho que sigue oculto.

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Gracias, manuespada, No Comments, Elysa. Al parecer cada vez somos más los que nos cuestionamos la sacrosanta Transición y el sistema que brotó de ella.

Respecto al mausoleo del dictador, me molestan especialmente los comentarios en el sentido de que "no es una prioridad" o "hay cosas más urgentes", que esgrime la derecha. Yo no sé si hay asuntos de mayor urgencia, lo que sí tengo claro es que la voluntad o la indiferencia ante mantener tumbas monumentales de dictadores sanguinarios es de ser un malnacido. Máxime cuando quienes se defendieron de un golpe militar siguen pudriéndose en las cunetas.

vittt dijo...

los verdugos cambian, las víctimas son las mismas.

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Los verdugos de hoy, vittt, son los hijos de los verdugos de ayer. Cuando no los mismos verdugos.

Edu dijo...

Pura Guerra Civil, de lo más cruel e injusto que ha vivido La Tierra. Buen escrito.

Edu dijo...

http://baulpolisemico.blogspot.com/2011/11/prohibido-salir.html