viernes, 29 de junio de 2012

Reflexiones de un microrrelatista en paro: John Cobra.


A JOHN COBRA lo conocíamos de internet. Se había convertido en un pequeño fenómeno de Youtube a base de canciones horrendas, formas correctas de dar botellazos y retos a muerte con otros fenómenos surgidos a su estela, como el Batu o el Due de Vallekas.

A DIFERENCIA de los dos últimos personajes, que nos hacían replantearnos nuestra posición hacia los cuerpos policiales y la necesidad de establecimientos penitenciarios, en John encontrábamos la construcción de un personaje, una exageración simpática de una personalidad con otro trasfondo.

JOHN, además, utilizaba sus vídeos en youtube como plataforma de una ambición mayor: quería contruir una carrera como cantante de rap, que es la música que priva a la chavalada de hoy día.

POR UNA CARAMBOLA del destino, John Cobra acabó participando en la gala que serviría para elegir a nuestro representante en el Festival de Eurovisión. Hizo el ridículo. El público le silbó y le abucheó y él se encaró con el público, insultándole e invitándole a que le comiera la polla.

FUE UN PEQUEÑO ESCÁNDALO que condujo a la televisión nacional a cambiar el sistema de votación para impedir la presencia de descerebrados en futuras galas.

A NADIE le escandalizó, sin embargo, la presentación que John Cobra hizo de sí mismo. Quería convertirse en estrella de la canción para ser multimillonario y tener un Ferrari aparcado a la puerta de casa.

El PÚBLICO español se conmocionó por la autodefensa de un animal enjaulado ante el ridículo televisivo y, sin embargó, encontró de lo más normal que alguien quisiera dedicarse a la música no por amor a ella, no por pasión ni empeño, no por  crecimiento ni realización personal, no por complacer o hacer sentir al público, sino únicamente por acaparar dinero fácil y restregárselo por la cara a todos aquellos esforzados vecinos que, aun matándose a trabajar, no llegarían siquiera a soñar con tener un Ferrari.

JOHN COBRA, en fin, era un mierda. La mierda que produce una sociedad de mierda.

Safe Creative #1205111623028

5 comentarios:

dvd dijo...

¿Pero John cobra o no cobra?...

Romu dijo...

Correcto

Sibreve dijo...

Estoy de acuerdo con el fondo, pero tan repetido que, sin conocer al señor cobra, no me extraña. A fin de cuentas conozco médicos a los que lo único que les atrae de la medicina es el volvo en la puerta, empresarios que sacan lustro al mercedes y reponedores que tunean el renault.
Y la única diferencia es que lo callan, aun a sabiendas. Debería quizá valorarse la sinceridad, porque aunque por lo que cuentas provenga de la irreflexión, por lo menos enciende las alarmas sobre el personaje que tenemos en frente.
Saludos.
Hugo.
PD: Y fíjate si estará pervertido el sistema que el corrector automático del comentario me subraya como errores: reponedores, renault (no mercedes o volvo), Hugo y PD. Sin embargo, tunear es un verbo que sí reconoce. Así andamos.

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Si pinchas sobre las letras en rojo, Sibreve, verás algunos ejemplos de quién o qué es John Cobra.

Me quedo con algo que le escuché decir a Jordi Évole en una entrevista: "A ver cuándo la gente se da cuenta de que pretender acumular dinero o cosas es de ser un estúpido".

Saludos.

Anónimo dijo...

este tipejo esta en busca y captura por arrancarle la oreja a un crio .....menudo elemento