Mis hadas madrinas tienen siempre tu cara más cruel, sosteniendo una varita surcada de venas.
—Tus deseos son órdenes —dijiste.
No comprendí entonces quien tenía el poder.
Fotografía: White Studio.
viernes, 25 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Uaaaaauuuu, Fernando. Lo dices todo en dos líneas. Me gustó.
El lector, parte vital en la comprensión del microrrelato. Excelente, Fernando. Debería ir a La Inter para Interbreves.
Ojalá llegué el momento en que sólo necesite una o ninguna, Víctor.
Uno siempre espera que el léctor, Estebán sea parte vital del microrrelato.
Gracias y un abrazo internacional.
Publicar un comentario