En contra de lo que todo el mundo suele creer, los zombis no sufren de un apetito continúo que les obliga a perseguir, a jornada completa, cualquier cerebro fresco en movimiento.
Lo que ocurre es que su caminar es lento y distendido y se ven obligados a acumular para aquellos momentos en que no dan alcance a su presa.
De ahí que jamás dejarán de perseguirte.
4 comentarios:
Actúan sin prisa pero sin pausa, como se suele recomendar para todo ;-)
Y lo voluntariosos que son, Miguel. Cráneos previlegiados, qué diría aquel...
El humor negro y hasta la ironìa de este micro me gustan mucho.
Saludo
¿Humor negro? ¿Ironía? Sólo trato de advertir de identificar al enemigo.
(Muchas gracias, Rosana
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