lunes, 12 de septiembre de 2011

Falsa Modestia.


Los concertistas que actúan ante máquinas siempre se sienten cohibidos por lo implacable del juez.
Aseguran que las imprecisiones y los errores que el oído humano no es capaz de captar, son imediatamente percibidos, capturados, procesados y archivados por el sensor infalible de las máquinas.
Las máquinas, en cambio, si acuden a conciertos es en busca de ese fallo: les proporciona la posibilidad de introducir un nuevo cálculo en un mundo donde saben que nada es erróneo. 

Safe Creative #1109120050069

4 comentarios:

Susana Camps dijo...

Qué desasosiego causa este micro. Ignoro si te refieres a ello, pero me ha recordado una noticia acerca de las "estructuras musicales" que proporcionan un éxito seguro en ventas (salió este verano). Original e impactante, sobre todo porque dotas de cierta humanidad (juicio) a las máquinas.
Abrazos.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Y así hasta que podamos ajustar cada faceta de la vida a prueba de errores...

Me has dejado pensando en ello.

Elysa dijo...

Esa es la belleza del error, la posibilidad de mejorar.

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

En alguno de los futuros posibles, las máquinas acabarán juzgándonos, Susana. Al menos, eso espero.

Como dicen las brujas de los libros de Terry PratchettPedro, : Yo no me pierdo, es que los sitios cambian de lugar.

No olvidemos, Elysa, que también la posibilidad de empeorar es bella; si bien mucho más ardua.

Gracias por pasar por aquí.