Había un baile de osos, en el que participaban auténticos osos, controlados por entrenadores disfrazados de osos, mezclados con los invitados: los humanos disfrazados resultaban más verosímiles o quizás sólo más acompasados que los osos verdaderos.
Ana María Shua.
3 comentarios:
Tanto oso me ha mareado...
Besos desde el aire
En un mundo de apariencias, los más duchos o auténticos son los que no necesitan disfraz. Me ha gustado este micro de una grande del genero.
Un abrazo.
Así fue el siglo, Rosa: mareante.
En realidad, Nicolás, no se trata de un microrrelato. Está entresacado de una novela de Ana María Shua titulada: La Muerte como Efecto Secundario". Novela que recomiendo vívamente.
Un saludo.
Publicar un comentario