Dentro de 215 años alguien abrirá la cápsula.
Encontrará: un pen drive con música, seríes y películas, el catálogo de novedades de unos grandes almacenes, y los diez tomos de la enciclopedia "La Aventura Espacial" con fichas de los astronáutas y fotos a todo color.
La civilización habrá alcanzado un grado de desarrollo tal que lo volverá a dejar todo en su sitio tras olfatearlo y comprobar que no hay nada comestible.
4 comentarios:
¿Un planeta de simios prolijos?
Un abrazo,
Me gusta Fernando, es muy visual y el unir : ha llegado a un grado de civilización (una imagina algo avanzado tipo 2001 que ni necesitan ya cuerpo) y olisquean es el punch del micro.
Salut!
Esto se llama involución, de la cual no soy defensor, pues retroceder al mundo salvaje es bastante incomodo, aunque a mí, plin - que decía la otra - yo ya no estaré. Muy bueno este micro futurista.
Un saludo.
Hombre, Pedro, ese planeta es en el que vivimos ya.
Gracias, Rosana. Revertir lugares comunes provoca siempre efectos curiosos. Y el mayor lugar común no es otro que el de el mito del nivel de desarrollo -que no evolución- siempre ascendente de la sociedad humana.
Esa involución, Nicolás no es que necesite defenderse o no. Tendemos a infinito pero vivimos en un mundo de recursos finitos y, queramos o no, el ajuste entre tendencias y recursos acabará por producirse. Si no es que se está produciendo ya.
Un saludo y gracias.
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