Era uno de esos momentos incongruentes donde las nubes no dejan salir del todo al sol y tu cerebro no es capaz de distinguir si está amaneciendo o anochece.
Él era demasiado gordo. Ella demasiado alta.
Él llevaba una pierna ortopédica y ella tenía un globo ocular volteado hacia el interior del cráneo.
No caminaban en línea recta y sobre su cara llevaban escrita la suma total de las desgracias.
Pero se abrazaban. Y eran bellos. Nunca había envidiado tanto a nadie.
Fotografía: José Luis Becerro.
3 comentarios:
A pesar de sus defectos habían encontrado el amor el uno con el otro.
Un saludo indio
Eso, más que amor, es una hermandad de damnificados: une más eso que el simple amor.
A pesar o a causa de sus defectos no comments, a pesar o a causa de.
Puede que el amor tenga siempre algo de hermandad de damnificados, Un paseante, ¿no cree?
Gracias a los dos.
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