Primero escribe poemas. Más tarde reúne las flores más exquisitas de cuantas hay en tiendas, parques y viveros. Viajes, invitaciones, regalos que superan siempre al anterior. Su nombre envuelto en espinas dentro de su piel y nada: ella sigue sin estar convencida.
Así que pasa a no comer, a no dormir, a no saber qué hacer y finalmente a suicidarse.
—A lo mejor sí era verdad que me quería —acaba por admitir ella.
Y dedica cinco segundos a lamentar lo que pudo haber sido.
jueves, 5 de noviembre de 2009
Verdadero amor.
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3 comentarios:
¡Genial!
Gracias. Me alegro de que le haya gustado.
Muy bueno, aunque el suicidio nunca es la solución.
Un saludo indio
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