viernes, 14 de octubre de 2011

A una semana de la muerte de Félix Romeo Pescador.


Compraste Dibujos Animados.Empezábamos a descubrir que la verdadera vida transcurre por fuera de la valla del colegio, que lo trascendente sucede de noche, y que la literatura tiene poco o nada que ver con el desfile de fósiles que alimentaba nuestros libros de texto.
¿Te acuerdas? Por entonces queríamos ser poetas o músicos o pintoras o actrices. Estábamos decididos a dejar el camino social alquitranado y volar libres.
Queríamos formar parte de la conversación que se desplazaba de los lienzos a las páginas y de ahí a los escenarios. Buscábamos a aquellos autores cuyo lenguaje se parecía al que empleábamos entre nosotros. Loriga y Mañas. Pedro Maestre y Gopegui. Lucía Etxebarría y Pablo Gonz. Tizón, Grasa y hasta De Prada.
No todos eran ni se convertirían en grandes escritores. Pero de su mano llegamos a Bukowski, Carver y Easton Ellis. A Henry Miller y Louis Ferdinand Céline. A los locos beatnicks, los locos situacionistas, los locos surrealistas y los locos dadá.
Comenzábamos a experimentar el mismo horror que describe Félix Romeo al comienzo de Dibujos Animados; el de ser capaces de correr sobre el vacío a condición de jamás mirar hacia abajo.
No podíamos intuir, eso sí, que esa sensación iba a durar para siempre.
Félix Romeo Pescador murió hace una semana. No era amigo mío, ni conocido, ni familiar, ni siquiera una persona con la que pudiera cruzarme por la calle. No puedo decir que lo sienta. Me acordé de ti y de que compraste Dibujos Animados. Me pregunté si seguirás siendo capaz de correr sobre el vacío y de cuántas promesas de las que hicimos entonces habrán dejado de tener sentido.
Como aquella de querernos siempre.

Safe Creative #1110140296719

8 comentarios:

Pablo Gonz dijo...

Si aquella generación sirvió de portal o escala para que un buen grupo de lectores alcanzaran otras selvas más frondosas, ya sirvió para bastante.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Fernando, a mí me has arañado el corazón con estas letras.

Me voy con intentando deshacer el nudo en la garganta con el humo del tabaco.

Nebroa dijo...

Como Pedro, yo también me largo a por aceite para cicatrices eternas...

Miguel Baquero dijo...

Siempre he oído hablar maravillas de "Dibujos animados", pero las prisas y yo no sé que cuántas otras putas cosas siempre te hacen dejarlo todo para mejor ocasión.

vittt dijo...

descanse en paz. nos toca al resto continuar dando guerra.

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Algo que me encanta de la literatura, Pablo, es que establece una conversación que atraviesa las épocas y los territorios. A mí, los escritores que en esa época rondabais la veintena, me enseñó a escribir, y a la vez me mostró el plano de esas selvas frondosas.

La nostalgia, Pedro, Nebroa, siempre deja un poso de tristeza.

Mi recuerdo de Dibujos Animados es el de encontrar algunos hallazgos, imágenes, maneras de contar, que no llegaban a sostener toda una novela, Miguel. Tampoco te fíes mucho; de eso hace un porrón de años.

Sigamos dando guerra, vittt. Al fin y al cabo tampoco nos queda otra.

el ecologista dijo...

Pocos para narrar como Felix: francos sinceros y claridosos , y agregaria acertados que sacuden conciencias e invitan a ser distintos ...pero a ti y tus nobles comentaristas de este post: "No pregunten quien es el muerto: sigan la carroza". Saludos y como pedro sanchez siento eso.

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Muchas gracias elecologista. En realidad yo no he leído mucho a Félix Romeo Pescador. He escuchado decir maravillas de "Amarillo" y le recuerdo como presentador de "La Mandrágora". Daba la impresión de ser un tipo sincero y, desde luego, un apasionado de la cultura. Uno de esos tipos francamente necesarios.