Mejor aplicar otro estilo:
En el primer párrafo, suaviza la densidad de las letras y varía su
tonalidad al rosa o el rojo pastel. Coloca los nombres en cursiva y subraya en
negrita las palabras que merecen mayor atención. Palabras como «amor» o
«fidelidad» o «quería».
Para el segundo, inserta notas a pie de página y globos de atención sobre
conceptos que no quedan del todo claros y asuntos que convendría tratar más
detenidamente.
El contenido del tercer párrafo le resulta tan ofensivo como innecesario,
así que iguala el color de la fuente al del fondo de pantalla, suprimiendo las
palabras que sabe que después lamentará haber escrito.
Está convencido de que la carta ha mejorado mucho, pero ella menea la
cabeza, da un portazo y se va antes que pueda mostrarle los cambios.
4 comentarios:
Este hombre acabaría con la paciencia de cualquiera. hay cosas que es mejor decirlas según salen, sin corrección.
Besos desde el aire
Los correctores no deben escribir si no aportar esos Horrores que observen, si pasan de cinco, mejor volverlo a escribir o dejarlo.
Un saludo.
Aunque la mona se vista de seda... si lo que dice no interesa, da igual cómo lo diga.
Saludillos
Qué no pasó y debió pasar, que decían Los Planetas. O qué pasó y no debió hacerlo...
Gracias por pasar por aquí.
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