lunes, 7 de mayo de 2012

Educación primaria.


Para ilustrar su explicación, don Lucas dibuja en la pizarra el número uno seguido del símbolo +, la península ibérica, el símbolo = y, a continuación, el sol, la luna y los nueve planetas.


—U-ni-dad de des-ti-no en lo u-ni-ver-sal —dice, subrayando cada sílaba con un golpe de puntero—. Repetid conmigo:
—U-ni-dad de des-ti-no en lo u-ni-ver-sal —decimos al alimón.
—¿Alguna duda? —remata don Lucas, las manos tras la espalda, el pecho y el mentón erguidos de orgullo patrio.
Levanto la mano y me agito en el pupitre. Por una vez, mis aficiones me servirán para subir nota. El telescopio que me regaló el abuelo será algo más que el tubo de aburrimiento que dice mi hermano Marcos.
—Disculpe, don Lucas, pero eso que ha dibujado ¿no es el sistema solar?
Una risa boba rebota en los suelos del aula.
—¿A qué se refiere? —truena el cura-párroco.
—Es que en el dibujo están los planetas de nuestra galaxia, y… y… y se calcula que hay muchas más… bueno, casi tantas como infinitas.
Mis compañeros se mondan. Don Lucas nos mira alternativamente a mí y a su dibujo.
—¿Está usted insinuando que pueden existir infinitas Españas?
—Sí… Bueno, digo, no… En teoría…
—Y si existen infinitas Españas existirían entonces infinitos generalísimos, ¿no es así?
El tono de la pregunta es tranquilo y los pasos con los que avanza hacia mi pupitre distendidos, pero también va suave un felino justo antes de desgarrar la yugular de su presa.
—… Esto, don Lucas, yo, no creo que sea eso exactamente…
—¿Cómo que no cree que sea eso? —Muestra los colmillos. —Si existen, como usted dice, infinitas galaxias e infinitos planetas, entonces habrá infinitos Caudillos, ungidos por infinitos dioses para guiar los infinitos destinos de infinitas unidades universales llamadas España.
Ante tal razonamiento quedo sin palabras. El universo se reduce a las baldosas blancas y rojas que vislumbro entre mis zapatillas.
—¿Lo ve? ¿Ve la tontería que está diciendo?
No tengo más remedio que asentir, pero los golpecitos de puntal en el muslo con los que ha subrayado cada una de las infinitas veces que ha dicho infinito vaticinan que entrar en razón no será suficiente.
—Extienda la mano.
—Pero don Lucas...
—Extienda… ¡La derecha no, zoquete, que con esa me tienes que escribir los dictados! Ahora responda: ¿qué es España?

Safe Creative #1205071601869

6 comentarios:

BarbaKana dijo...

Ahora parece guion de peli de psicopata,de surrealismo gore...lo terrible es el "basado en hecho MUY reales".
Permanezcamos vigilantes.
El lobo existe.
Un saludo.

Rosa dijo...

Una educación para no pensar, para acatar...

Muy, muy bueno.

Besos desde el aire

Anita Dinamita dijo...

Qué buen retrato de la España que teníamos, y quizá de la que nos espera.
Un abrazo

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Bueno, por unas cosas o por otras la educación estatalizada viene a ser siempre igual: el discurso ininterrumpido que el sistema emite sobre sí mismo.

Aunque siempre, claro, hay discursos mejores que otros...

Un saludo. Y gracias por pasar por aquí.

Anónimo dijo...

No sé si era la intención pero me pareció un cuento de terror. Tengo escalofríos.

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

La educación que recibió la generación de mis padres fue, efectivamente, un cuento de terror, Yunuén. Pretendo reflejar un poco eso.

Un saludo.